1. Café
Al final había decidido salir a dar una vuelta
sola, ya que Ludwig estaba trabajando y Shunmei la había dejado tirada,
alegando "Lo siento, ya había quedado con un amigo en el gimnasio".
En el gimnasio, menuda gilipollez. No iba casi nunca porque decía que eso
estaba lleno de tíos gordos sudorosos o, por el contrario, de flipadillos cachas.
En fin.
Pensaba irse a comprar algo de ropa, pero tenía
ganas de tomarse algo primero. Se sentó en una cafetería y esperó a que llegara
el camarero. Era un chico no mucho más mayor que ella, con el pelo castaño
claro y unos ojos verdes muy llamativos.
-Hola, ¿qué te pongo?
-Un deprimente café con leche, por favor.
El camarero la miró sorprendido y no pudo evitar
esbozar una pequeña sonrisa.
-Vaya, veo que no están los ánimos muy arriba esta
mañana, ¿no?
-No mucho... así que si le echas por casualidad un
estimulante te lo agradeceré.
-Eso está hecho.
El camarero se marchó y Road se apoyó en la mesa,
viendo cómo pasaba la gente.
Todo está lleno de parejitas y amigos paseando. Y yo más tirada que una
colilla. Qué vida ésta…
A los pocos minutos volvió el mismo chico con la
bandeja y el café. Lo dejó en la mesa y se fue. Road bebió un pequeño sorbo
para comprobar si estaba muy caliente. Lo estaba. Dejó la taza de nuevo en el
platito, pero entonces se dio cuenta de un trozo de papel que asomaba. Lo
desdobló rápidamente y leyó:
Éste es el mejor café que tomarás en mucho tiempo.
Date por invitada.
Y debajo había un número de móvil. Ostras, ¿tan desamparada se me ve? Sin
embargo le había hecho ilusión el detalle. Una vez acabado el café se levantó,
y al momento un dedo le punteó en los hombros.
-¿Más contenta ya?
-Ah, sí, gracias. Pero lo siento, tengo novio y no
es plan de cogerte el número…
-¿Y qué? No corres peligro, soy gay. ¿También
rechazas una posible amistad?
Oh genial, definitivamente creo que tengo un aura que atrae a los gays.
-No creas que voy dando mi número a todos los que
se sientan ahí. Me has resultado simpática –añadió.
Road vaciló unos segundos.
-¿A qué hora plegas?
-Dentro de dos horas. ¿Por?
-¡Te paso a buscar entonces! Tengo un amigo tan
simpático como yo o más. Seguro que os caeréis bien. ¡Hasta luego!
Road se despidió con la mano y fue derechita hacia
la zona de tiendas, ahora con una felicidad inesperada.
Si es que en el fondo soy un cacho pan. No te quejarás Shun, que no te
los busco feos.
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