13. Amigo
-¡Road! ¡Date prisa! ¡Que nos pillan!
-¡Joder ya voy! ¿Los piensas dejar aquí o qué?
La chica se colocó el cuarto y último bote de
spray en el antebrazo, lo apretó contra su pecho y con los dos brazos ocupados,
salió corriendo tras el chico.
Después de varios minutos de escapada, se metieron
en un callejón solitario donde solamente se veía la puerta trasera de un bar.
El chico se sentó exhausto en el bordillo de la
acera y se estiró sobre el suelo. Jadeaba y espiraba notablemente. La chica se
quedó de pie, pero con las rodillas un poco flexionadas y la espalda inclinada
debido al cansancio.
-Ya… te vale… No pienso… ayudarte… nunca más…
Shun…
Shunmei estalló en una extraña carcajada, una
mezcla de jadeos y risas.
-¡Venga ya…! Tampoco… ha sido… para tanto…
Road no pudo más y se sentó en el suelo. Uno de
los botes se le escapó del regazo y rodó por la acera.
-Ya… claro… mírate… estás peor que yo… y tú eres
el que hace deporte…
-No pensaba… que… iban a seguirnos…
Road soltó un suspiro de resignación.
-¡Qué remedio! Al menos… estarás contento con el
graffiti que hiciste. Dos horas, ¡y con este calor! ¿No preferías ir a la playa
como cualquier persona normal?
Shunmei recogió el bote que había rodado por su
lado y se incorporó. Se apoyó sobre sus rodillas y apretó el pulsador. Un
chispazo de tinta azul cayó sobre el asfalto.
-Mierda pero… no me dio tiempo a firmarlo.
-Oh no. No pensarás en…
Shunmei la miró de reojo esbozando una pícara
sonrisa.
-Y mañana vamos a la playa. Promesa de amigo. No –rectificó-,
de mejor amigo.
-¡Me rindo!
-Rápido Shun, que pueden volver. Y no pienso salir corriendo otra vez.
-Sí, ya acabo…
-Ya está. ¿Qué te parece?
-Sin contar que es copiado… muy gay.
-¡Serás…!
-¿Nos vamos a comprar un bañador?
Shunmei se dio por vencido.
-¡En fin! Una promesa es una promesa.
Road sonrió de oreja a oreja.
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